Hace mucho tiempo vivía un Emperador muy vanidoso, que siempre estaba cambiando de ropa. ¡Cuánto disfrutaba que todos halagaran sus trajes! Pero en esta historia, el Emperador no está solo: lo acompañan dos ministros temerosos del qué dirán, un par de falsos tejedores, y un niño inocente que revelará la verdad… todo esto, entre viajes, hilos y botones de oro, ¡y un gran desfile! Una clásica historia con una enseñanza que nos dará qué pensar.
humildad,sinceridad,rey